Adriana Cristina Serquis es una física argentina nacida en Buenos Aires el 7 de noviembre de 1967, especializada en ciencia de materiales, nanotecnología y energía nuclear. Se formó en la Universidad de Buenos Aires, donde obtuvo su licenciatura en Física, y luego realizó su doctorado en el Instituto Balseiro. Continuó su carrera con una pasantía posdoctoral en el Laboratorio Nacional de Los Álamos, en Estados Unidos. Es investigadora principal del CONICET y trabajó en el Instituto de Nanociencia y Nanotecnología, donde fue jefa del Departamento de Caracterización de Materiales en el Centro Atómico Bariloche.
En junio de 2021 fue nombrada presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica, cargo que ocupó hasta mayo de 2024. Durante su gestión impulsó proyectos clave como el reactor CAREM25, el RA10 y la reactivación de la Planta de Agua Pesada. También promovió políticas para aumentar la equidad de género dentro del sector nuclear, donde aún existe una fuerte brecha. Ha trabajado con técnicas avanzadas de caracterización de materiales como difracción de rayos X y microscopía electrónica, aplicadas a superconductores, materiales para celdas de combustible y nuevas tecnologías energéticas.
Fue reconocida con varios premios importantes, entre ellos el Premio Bernardo Houssay, el Premio Konex en Nanotecnología y el L’Oréal-UNESCO por las Mujeres en la Ciencia. Además de su labor científica, se ha destacado como promotora de la igualdad de género en ámbitos académicos y tecnológicos. Ha sido profesora universitaria y presidenta de la Asociación Argentina de Cristalografía, y ha participado activamente en la difusión de la ciencia y en la defensa del sistema científico argentino frente a políticas de desfinanciamiento.
En los últimos años ha advertido sobre el riesgo de fuga de talentos científicos y ha subrayado que la Argentina es uno de los pocos países que exporta ingenieros nucleares en lugar de retenerlos. Su figura combina excelencia científica con compromiso institucional y social, siendo una voz influyente tanto en el desarrollo tecnológico como en el debate sobre el rol de la ciencia en el país.