Eduardo Barcesat, reconocido constitucionalista, tiene una postura crítica frente a las visibles violaciones a la Constitución por parte del gobierno de Javier Milei. Barcesat ha sido un defensor acérrimo del respeto a los derechos constitucionales y del Estado de derecho, por lo que cualquier acción del Ejecutivo que socave estos principios son motivo de preocupación para él.
En este contexto, señala que el gobierno de Milei esta actuando en detrimento de los derechos consagrados en la Constitución, particularmente mientras lleva a cabo reformas o medidas sin el debido proceso legislativo o constitucional. Además, Barcesat critica la inacción de la Corte Suprema de Justicia, que en su opinión debe ser la última garante de la constitucionalidad de las acciones del gobierno. La falta de respuesta política también podría ser vista como un debilitamiento de los contrapesos democráticos que son fundamentales para proteger el sistema republicano.
Su preocupación gira en torno a la necesidad de que tanto el poder judicial como el legislativo cumplan con sus roles de supervisión y control, para evitar el abuso de poder y la erosión de los derechos ciudadanos en Argentina.