Abuelas de Plaza de Mayo se formó en 1977 con el objetivo de localizar y restituir a sus legítimas familias a los niños secuestrados y desaparecidos por la dictadura. Desde entonces, Carlotto ha sido una de las principales voces en la denuncia de estos crímenes, y ha tenido un papel central en la recuperación de más de 130 nietos. Uno de los momentos más conmovedores en su vida ocurrió en 2014, cuando logró encontrar a su propio nieto, Ignacio Montoya Carlotto, tras 36 años de búsqueda.
Carlotto ha sido una defensora constante de los derechos humanos y la memoria histórica, recibiendo reconocimiento tanto en Argentina como a nivel internacional por su labor. Su liderazgo ha sido fundamental para mantener viva la lucha por justicia y verdad en relación con las víctimas de la dictadura militar.