Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz y reconocido defensor de los derechos humanos, ha expresado reiteradamente su preocupación por las políticas de hambre y exclusión implementadas por el gobierno de Javier Milei en Argentina. Según Pérez Esquivel, estas políticas están profundizando las desigualdades sociales y afectan gravemente a los sectores más vulnerables de la sociedad, en especial a los niños y las familias que dependen de la asistencia social y de la educación pública.
Una de sus principales críticas se centra en los recortes presupuestarios en áreas esenciales como la salud, la vivienda y, especialmente, la educación. El ataque a la educación pública, según Pérez Esquivel, es un golpe directo a las posibilidades de desarrollo y equidad en el país. La reducción de recursos y el menosprecio hacia el sistema educativo público socavan el derecho de los ciudadanos a una educación de calidad, lo que a su vez perpetúa un ciclo de pobreza y exclusión social.
Pérez Esquivel ha exhortado a la población a no abandonar la lucha por una Argentina más justa, señalando que es fundamental seguir movilizándose en defensa de los derechos sociales y humanos. Para él, la esperanza reside en la organización popular y en la resistencia pacífica ante las políticas que vulneran los derechos básicos de las personas.
El mensaje del activista es claro: no hay que perder la esperanza, sino continuar luchando por los derechos, ya que considera que solo a través de la resistencia activa y el compromiso colectivo es posible revertir las políticas que generan hambre, pobreza y exclusión en Argentina.