Adolfo Pérez Esquivel, nacido en Buenos Aires el 26 de noviembre de 1931, es un escultor, arquitecto, pintor, escritor y uno de los principales referentes de los derechos humanos en América Latina. Se formó en Bellas Artes y arquitectura en la Universidad Nacional de La Plata y en la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano. En 1974 dejó la docencia para dedicarse plenamente al activismo pacifista, fundando el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), desde donde coordinó movimientos no violentos en defensa de los pueblos oprimidos en toda América Latina.
Durante la dictadura militar argentina fue detenido ilegalmente, torturado y encarcelado durante 14 meses entre 1977 y 1978. En 1980 fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz por su incansable lucha en favor de los derechos humanos y su compromiso con la no violencia. Desde entonces, ha continuado defendiendo causas sociales, políticas y culturales con una fuerte base ética y cristiana.
En los últimos años, sigue teniendo un rol activo en la defensa de los derechos de los pueblos originarios, la memoria histórica y la justicia internacional. En 2025, su organización SERPAJ presentó un recurso judicial para frenar desalojos de comunidades mapuches como Lof Kinxikew y Melo. Participó también en el Congreso de Epistemología de la UNLa, donde reafirmó la importancia de la memoria colectiva con la frase “Sin memoria no hay futuro”. Fue distinguido con el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad Atlántida Argentina y denunció públicamente el accionar del Estado de Israel como “terrorismo de Estado”, acusándolo de etnicidio en Gaza. Además, llevó a instancias internacionales el caso de la comunidad mapuche Lof Paicil Antriao, reclamando ante la UNESCO por el despojo territorial y judicial.
A sus 93 años, Adolfo Pérez Esquivel continúa siendo una voz firme, ética y comprometida con los derechos humanos, la dignidad de los pueblos y la lucha por la justicia social en el mundo.